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Ensayo sobre el dolor

Publicado: 2015-08-12

Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos aceleraron antes de que se encendiera la señal roja. En el indicador del paso de peatones apareció la silueta del hombre verde. La gente empezó a cruzar la calle pisando las franjas blancas pintadas en la capa negra del asfalto, sin embargo algunas personas las evadieron y caminaron entre los coches. De entre ellas hay una señora que tiene una manta en la espalda en la que carga a su bebé, esa manta parece otorgarle poderes especiales, porque nadie puede verla, como camuflada en el paisaje, como si fuera el paisaje, es .... invisible. Al fin se encendió la señal verde y los coches arrancaron bruscamente, la señora de la manta invisible vuelve a la acera esperando a que el disco amarillo le advierta cuando repetir el acto de mimetización entre los coches.  

En esas iteraciones del semáforo salta la pregunta ¿cómo hacer visible lo invisible?. Y hay una respuesta que se asoma: quizás conociendo a la señora de la manta, quizás sabiendo su nombre ¿qué hace? ¿qué piensa? ¿qué siente? ¿qué quiere? ¿de donde viene? Quizás con toda esta información podamos mejorar en algo la voluntaria ceguera de nuestros ojos, pero en las siguientes líneas buscaré demostrar que no es suficiente.

Hace unos días sentí un dolor en la pierna, esta molestía hizo que vaya al médico, el médico hizo un diagnóstico y posteriormente me indico un tratamiento que a corto o largo plazo solucionará mi dolor en la pierna.

Si no fuera por el dolor, lo más probable es que no haya ido al médico y mi pequeño problema hubiese continuado en el tiempo con la posibilidad de complicarse más.

Y aquí nace una primera conclusión: "si algo no te duele, no vas a desear cambiarlo", el dolor alerta y despierta la curiosidad por buscar explicaciones y remedios que eliminen su origen.

Como al terminar una relación, uno puede sentir dolor, lo cual es normal, pero si no interrogas a tu dolor, es un dolor improductivo, inútil, cuyo futuro será repetirse tantas veces como las iteraciones del semáforo. El dolor debe convertirse en conocimiento, en conciencia que genere voluntad de cambio para acabar con las causas que lo generan.

Desde una perspectiva de justicia, el dolor es un insumo importante para cambiar la realidad, cuando nos duele el dolor del otro, cuando nos indignan las injusticias que sufre el otro. Esa justicia que permite entender que todos somos iguales en dignidad.

El poeta español Ramón de Campoamor decía que “Todo es según el color del cristal con que se mira”, el buen Mario Benedetti afinó la frase y concluyó sabiamente en que “Todo es según el dolor con que se mira”.

Dejemos de ser ciegos y miremos con ojos que permitan reconocernos en el otro, ojos que construyan futuro, que nos permitan caminar juntos sin semáforos que nos detengan.


Escrito por

scalanchi

Voluntario


Publicado en

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