Carta a un joven de verdad
Felipe Berríos SJ Fundador de Un Techo para mi País
Joven: Hace algunos años que dejé de serlo, así que necesito que vivas tu juventud y me contagies de ella. Por eso quiero advertirte que tengas cuidado, pues hay muchos que no quieren que seas joven. Porque ser joven de verdad, a veces, para algunos, es peligroso. Un joven casi no tiene pasado, todo se le presenta como futuro, como posible. Por eso, no tiene ataduras ni conflicto de intereses; por el contrario, busca ser auténtico. Un joven de verdad quiere comprometerse, quiere amar, quiere dar la vida por algo, quiere exprimir la vida. Un joven de verdad quiere estar lucido para no perderse detalles y es fino espiritualmente. Los jóvenes de verdad no son como los prototipos que nos presentan los medios de comunicación: bonitos, despreocupados, centrados en ellos mismos y serviles al sistema. Un joven de verdad es consciente del mundo que lo rodea, le molesta lo que está mal, la injusticia, la inconsecuencia y la hipocresía.
Por eso, si eres un joven de verdad ten cuidado, porque serás peligroso. Te querrán anular, te llenarán de miedos, te harán creer que estás de visita en la vida y que nada puedes tocar ni cambiar. Se las ingeniarán para que no reflexiones y no cultives tu interior, y así poderte manejar. Te programarán como ellos quieren. Te harán competir y ver al otro con desconfianza, no como tu prójimo. Te harán actuar en la vida un rol que no es tuyo, y por eso, en los ratos libres, querrás evadirte en un carrete que te haga desahogar tanta frustración acumulada.
No dejes que te utilicen. La lata de cerveza o de bebida que, una vez vacía, aplastas es una advertencia de lo que te están haciendo. No podrás aplastar un tarro que está lleno. Su contenido hace que incluso te puedas parar en él y te resista. Pero un tarro vacío es muy frágil. Lo aplastas con el pie como fácilmente te aplasta el sistema.
Al igual que el tarro, es tu contenido lo que te hace fuerte. Usa tu tiempo libre, tus vacaciones, para descansar y pasarlo bien, pero no te evadas en el carrete. Reflexiona; no hay nada mas subversivo que leer y pensar. Nada te hará más libre que el pensamiento propio. No tengas miedo a equivocarte, el riesgo de seguir tu ideal te dará más adrenalina que cualquier carrete. Es más, existe un único fracaso de verdad en la vida, que es por miedo: no haber fracasado nunca.
No dejes que el trago y la droga te atonten, te hagan manejable. Te invito a un placer de verdad: a experimentar adrenalina pura, jugándotela por un ideal. No tengas miedo a ser distinto. No son los tatuajes del cuerpo los que te hacen diferente o irreverente, son tu modo de pensar y tu consecuencia con tu pensamiento.
Joven: no renuncies a ser joven. Los que somos mas viejos tenemos miedo a que seas un joven de verdad y nos desordenes lo que por años hemos ido ordenando o que nos hagas preguntas, que nos cuestiones nuestro modo de vida. Pero también necesitamos con urgencia que seas un joven de verdad, para que así nos sacudas de nuestro letargo y no nos dejes acostumbrarnos a lo que nunca nos deberíamos haber acostumbrado. Recuerda el tarro vacío. No dejes que te aplasten, no dejes que te vacíen de contenido. Aprovecha las vacaciones, conversa, observa, lee y piensa, sobre todo piensa...