CONFIESO QUE SOY IGNORANTE
Bendita sea la democracia en la que el voto del dueño de un periódico, de un banquero o de un empresario minero, vale igual que el voto de un campesino analfabeto de Huancavelica.
La ignorancia es relativa, uno puede pasar por la universidad y saber mucho de lo que la sociedad te exige para pertenecer y vivir en ella.
En la sociedad rural tenemos a una sociedad postergada que ha vivido continuamente de espaldas al desarrollo, y que sobreviven principalmente de la agricultura y ganadería, ellos conocen mejor que cualquier ingeniero agrónomo cual tierra es mejor para cultivar, conocen mejor que cualquier geógrafo las épocas de lluvias y crecidas de los ríos, conservan nuestras tradiciones, son la reserva de nuestra identidad, ellos vivieron la insania terrorista en su momento más álgido, soportaron violaciones a los DDHH por parte del mismo Estado que debia protegerlos, conocen mejor que nadie la guerra interna, no hay sociólogo o historiador que pueda saber más que ellos.
Con menos de cinco soles logran mantener diariamente a sus familias, ya quisiera ver a los mejores economistas del Perú sobreviviendo con cinco soles diarios, nadie conoce el Perú y sus problemas mejor que ellos. ¿Y así los llamamos ignorantes?
El primer paso de la ignorancia es presumir de saber más que el otro, a medida que esta ignorancia crece, más confianza adquiere. Cuando aprendamos a mirar a losotros como ciudadanos iguales, terminaremos con esta intolerancia que nos polariza y divide.